Hay algunos para los que las puertas no son más que escaleras. Puertas y escaleras: tenía que ser tu espíritu felino el que me diera la clave que liga a estos dos símbolos tan personales.
Puertas, ventanas, huecos. Aberturas... Unas se cierran, otras se abren y otras están siempre abiertas. Misterio y curiosidad por traspasarlas... y hasta cosquilleo en la panza a veces. A veces me agazapo frente a ellas y sigo de largo. Me gustaría ser como el gato q de un salto trepa por la medianera, sin puertas ni ventanas; entrando y saliendo a su antojo. Saludos argentinos.
Ya estoy de vuelta y poniéndome al día. Que tendrásn las puertas que tanto te atraen...Igual al gato le interesaba más lo de detrás de la puerta. Un abrazo Josh.
La vida de un blog, lo sabes, son los comentarios. Si pasas, te gusta algo de lo que ves, y no lo haces saber...es como si no hubieras pasado. Gracias por tu visita.
Muchas cosas son las que abren cajones de la memoria que pensábamos vacíos, pero nada mejor que una fotografía.
Al ojear un viejo álbum siempre hay alguien que, de repente, recuerda alguna historia que aún no habías oído o que completa otra escuchada.
Hace un tiempo empecé mi colección particular de momentos, ésos que casi ya se han perdido cuando aprietas el disparador. Fotos que, para mí, son más que una imagen, son pequeñas cajas que al verlas liberan de su interior sonidos, brisas, recuerdos..., sensaciones que me hacen revivir la escena.
Qué pena que no te mirara el gato en el momento del disparo, con lo curiosos que son.
ResponderEliminarLa foto con el gato dado la vuelta, mirando hacia afuera, también la saqué, con el mismo encuadre que ésta.
ResponderEliminarPero me gusta mucho más ésta.
Hay algunos para los que las puertas no son más que escaleras. Puertas y escaleras: tenía que ser tu espíritu felino el que me diera la clave que liga a estos dos símbolos tan personales.
ResponderEliminarLa composición, de quitarse el chapeau.
Puertas, ventanas, huecos. Aberturas... Unas se cierran, otras se abren y otras están siempre abiertas. Misterio y curiosidad por traspasarlas... y hasta cosquilleo en la panza a veces.
ResponderEliminarA veces me agazapo frente a ellas y sigo de largo. Me gustaría ser como el gato q de un salto trepa por la medianera, sin puertas ni ventanas; entrando y saliendo a su antojo.
Saludos argentinos.
Ya estoy de vuelta y poniéndome al día. Que tendrásn las puertas que tanto te atraen...Igual al gato le interesaba más lo de detrás de la puerta. Un abrazo Josh.
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