Al cabo de un rato la vista se queda pensando si el marco está para señalar la entrada o para disimular un boquete. Más o menos la misma función y la misma duda que asoma en cada una de nuestras fotos.
Todavía no sé si me gusta esa presencia (conocida por otra parte) que entra en escena: esa figura crea el espacio que hay entre el umbral del primer término y la puerta del segundo. Pero sin la figura casi no habría primero ni segundo: sin espacio entre medias, puro ahogo.
Que contraste entre la pared de un color moderno y la antigua puerta. En los tiempos en los que estamos, es mejor vez dejarse puertas abiertas, arracarlas. un saludo Josh.
Gracias a todos por pasaros y dejarme unas impresiones. Os diré que mi primera intención era sacar la foto sin personas. Siempre que un escenario me llama la atención me lo llevo a casa en la tarjeta, limpio, sin protagonistas humanos. El primer disparo no me satisfizo y en el segundo se me coló Jose, ya lo habéis visto. Ya tenía entoces en mente intentar sacar alguien en movimiento, pero situado a la derecha, en el espacio vacío de la pared. Esta foto no la saqué, después de ver la que os enseño, porque Jose solito me enseñó cual era el espacio clave a ocupar para que la foto me gustara. Me gustaba mucho el simil, las puertas de la morada interior, abiertas algunas, resquebrajadas ya y con alguna presencia del subconsciente.
La vida de un blog, lo sabes, son los comentarios. Si pasas, te gusta algo de lo que ves, y no lo haces saber...es como si no hubieras pasado. Gracias por tu visita.
Muchas cosas son las que abren cajones de la memoria que pensábamos vacíos, pero nada mejor que una fotografía.
Al ojear un viejo álbum siempre hay alguien que, de repente, recuerda alguna historia que aún no habías oído o que completa otra escuchada.
Hace un tiempo empecé mi colección particular de momentos, ésos que casi ya se han perdido cuando aprietas el disparador. Fotos que, para mí, son más que una imagen, son pequeñas cajas que al verlas liberan de su interior sonidos, brisas, recuerdos..., sensaciones que me hacen revivir la escena.
Josh.... esta foto tiene un colorido especial además de la fuerza que le da el marco de la puerta arrancado (o en no marco...) Felicidades.
ResponderEliminarAl cabo de un rato la vista se queda pensando si el marco está para señalar la entrada o para disimular un boquete. Más o menos la misma función y la misma duda que asoma en cada una de nuestras fotos.
ResponderEliminarTodavía no sé si me gusta esa presencia (conocida por otra parte) que entra en escena: esa figura crea el espacio que hay entre el umbral del primer término y la puerta del segundo. Pero sin la figura casi no habría primero ni segundo: sin espacio entre medias, puro ahogo.
Que contraste entre la pared de un color moderno y la antigua puerta. En los tiempos en los que estamos, es mejor vez dejarse puertas abiertas, arracarlas. un saludo Josh.
ResponderEliminarGracias a todos por pasaros y dejarme unas impresiones.
ResponderEliminarOs diré que mi primera intención era sacar la foto sin personas. Siempre que un escenario me llama la atención me lo llevo a casa en la tarjeta, limpio, sin protagonistas humanos.
El primer disparo no me satisfizo y en el segundo se me coló Jose, ya lo habéis visto. Ya tenía entoces en mente intentar sacar alguien en movimiento, pero situado a la derecha, en el espacio vacío de la pared. Esta foto no la saqué, después de ver la que os enseño, porque Jose solito me enseñó cual era el espacio clave a ocupar para que la foto me gustara.
Me gustaba mucho el simil, las puertas de la morada interior, abiertas algunas, resquebrajadas ya y con alguna presencia del subconsciente.
A mí me encanta la foto con Jose...tiene un aire pelín fantasmagórico y humano a la vez, que contrasta con la soledad tremenda de la puerta..
ResponderEliminarBesiños