Esta vez la sombra es extraña, una amalgama de objetos que se cruzan. Todo el protagonismo, para mi, se lo lleva la pierna que huye, como el verano, por una esquina de la foto. Muchas de tus imágenes tienen el centro de atención fuera de la imagen. Y no por ello pierden fuerza, al contrario, una tensión centrífuga tira de ellas, y del espectador. Es como si lo importante siempre sucediera un poco más allá porque uno nunca termina de llegar a tiempo a los sitios. Bueno, esto es una intepretación muy personal y, supongo, tan absurda como otra cualquiera, pero es lo que tiene hacer este tipo de fotos que fotografían más al observador que al observado.
Qué bien te explicas, Xuan. Aparte de lo que puedas pensar al ver la foto, la verdad es que el ojo te pide que se abra el encuadre. Sin perder de vista lo que se ve, se quiere ver más. Parece que hasta la hoja espera, antes de seguir volando con la brisa, a que el balancín baje, se mueva, y veamos. Y cuando empiece el movimiento se intuye que la escena dará comienzo y todo irá cambiando. Por eso, quizá, el protagonismo principal acaba siendo de la pierna, te quedas mirando a ver si se mueve. Pero toda esta retaíla no es más que otra absurda interpretación, seguramente la menos acertada porque empezó a ser subjetiva cuando saqué la foto.
Valla dos mentes privilegiadas tenemos por aqui, bueno aportare mi granito de arena. Para mi la imagen me hace disfrutar de la necesidad de una segunda, ya que me pide saber más de ese instante pero a la vez me invita a buscarlo en ella misma. Quizas no sea una adaptación real de lo que uno busca de una tarde de otoño soleada, pero te hace sentirlo. Gracias primo por tus palabras y que sepas que estos días disfruto mucho viendo vuestros trabajos.
Me alegra tu comentario, en absoluto busco una perfeccion tecnica, que por otro lado no tengo, en mis fotos, pretendo simplemente que despierten un pequeño sentimiento como para mi a supuesto en ese momento, sin mas pretensiones.
Para los aspectos tecnicos: doctores tiene la iglesia no? saludos
La vida de un blog, lo sabes, son los comentarios. Si pasas, te gusta algo de lo que ves, y no lo haces saber...es como si no hubieras pasado. Gracias por tu visita.
Muchas cosas son las que abren cajones de la memoria que pensábamos vacíos, pero nada mejor que una fotografía.
Al ojear un viejo álbum siempre hay alguien que, de repente, recuerda alguna historia que aún no habías oído o que completa otra escuchada.
Hace un tiempo empecé mi colección particular de momentos, ésos que casi ya se han perdido cuando aprietas el disparador. Fotos que, para mí, son más que una imagen, son pequeñas cajas que al verlas liberan de su interior sonidos, brisas, recuerdos..., sensaciones que me hacen revivir la escena.
Esta vez la sombra es extraña, una amalgama de objetos que se cruzan. Todo el protagonismo, para mi, se lo lleva la pierna que huye, como el verano, por una esquina de la foto. Muchas de tus imágenes tienen el centro de atención fuera de la imagen. Y no por ello pierden fuerza, al contrario, una tensión centrífuga tira de ellas, y del espectador. Es como si lo importante siempre sucediera un poco más allá porque uno nunca termina de llegar a tiempo a los sitios. Bueno, esto es una intepretación muy personal y, supongo, tan absurda como otra cualquiera, pero es lo que tiene hacer este tipo de fotos que fotografían más al observador que al observado.
ResponderEliminarQué bien te explicas, Xuan.
ResponderEliminarAparte de lo que puedas pensar al ver la foto, la verdad es que el ojo te pide que se abra el encuadre. Sin perder de vista lo que se ve, se quiere ver más. Parece que hasta la hoja espera, antes de seguir volando con la brisa, a que el balancín baje, se mueva, y veamos. Y cuando empiece el movimiento se intuye que la escena dará comienzo y todo irá cambiando. Por eso, quizá, el protagonismo principal acaba siendo de la pierna, te quedas mirando a ver si se mueve.
Pero toda esta retaíla no es más que otra absurda interpretación, seguramente la menos acertada porque empezó a ser subjetiva cuando saqué la foto.
Valla dos mentes privilegiadas tenemos por aqui, bueno aportare mi granito de arena. Para mi la imagen me hace disfrutar de la necesidad de una segunda, ya que me pide saber más de ese instante pero a la vez me invita a buscarlo en ella misma.
ResponderEliminarQuizas no sea una adaptación real de lo que uno busca de una tarde de otoño soleada, pero te hace sentirlo.
Gracias primo por tus palabras y que sepas que estos días disfruto mucho viendo vuestros trabajos.
Me alegra tu comentario, en absoluto busco una perfeccion tecnica, que por otro lado no tengo, en mis fotos, pretendo simplemente que despierten un pequeño sentimiento como para mi a supuesto en ese momento, sin mas pretensiones.
ResponderEliminarPara los aspectos tecnicos: doctores tiene la iglesia no?
saludos