Esa pared por si sola ya da muchísimo juego. Pero además hace falta tener el jugador adecuado. Y Miguel lo es, sin duda. Me llama la atención el teclado que asoma en la esquina superior. Era otra la música que se escuchaba en aquel momento. Pero para eso está la fotografía, no para reproducir sino para reinventar. Total: Miguel y Josh en estado puro. Una maravilla.
La vida de un blog, lo sabes, son los comentarios. Si pasas, te gusta algo de lo que ves, y no lo haces saber...es como si no hubieras pasado. Gracias por tu visita.
Muchas cosas son las que abren cajones de la memoria que pensábamos vacíos, pero nada mejor que una fotografía.
Al ojear un viejo álbum siempre hay alguien que, de repente, recuerda alguna historia que aún no habías oído o que completa otra escuchada.
Hace un tiempo empecé mi colección particular de momentos, ésos que casi ya se han perdido cuando aprietas el disparador. Fotos que, para mí, son más que una imagen, son pequeñas cajas que al verlas liberan de su interior sonidos, brisas, recuerdos..., sensaciones que me hacen revivir la escena.
Esa pared por si sola ya da muchísimo juego. Pero además hace falta tener el jugador adecuado. Y Miguel lo es, sin duda. Me llama la atención el teclado que asoma en la esquina superior. Era otra la música que se escuchaba en aquel momento. Pero para eso está la fotografía, no para reproducir sino para reinventar.
ResponderEliminarTotal: Miguel y Josh en estado puro. Una maravilla.