La frontera, que no lo he dicho, es la que separa Candás de Antromero, límite también entre concejos. Y es que vuelvo a ver las fronteras del pueblo como si hubiera otro muro de berlín. Igual que había temporada de conejos o temporada de patos, yo paso ahora la temporada gris...pero el verano ya está ahí, vendrá la buena temporada .
La vida de un blog, lo sabes, son los comentarios. Si pasas, te gusta algo de lo que ves, y no lo haces saber...es como si no hubieras pasado. Gracias por tu visita.
Muchas cosas son las que abren cajones de la memoria que pensábamos vacíos, pero nada mejor que una fotografía.
Al ojear un viejo álbum siempre hay alguien que, de repente, recuerda alguna historia que aún no habías oído o que completa otra escuchada.
Hace un tiempo empecé mi colección particular de momentos, ésos que casi ya se han perdido cuando aprietas el disparador. Fotos que, para mí, son más que una imagen, son pequeñas cajas que al verlas liberan de su interior sonidos, brisas, recuerdos..., sensaciones que me hacen revivir la escena.
Laberinto de sillas, telaraña de conversaciones que languidecen y vuelven, tiempo sin tiempo y sin fronteras.
ResponderEliminarLa frontera, que no lo he dicho, es la que separa Candás de Antromero, límite también entre concejos.
ResponderEliminarY es que vuelvo a ver las fronteras del pueblo como si hubiera otro muro de berlín.
Igual que había temporada de conejos o temporada de patos, yo paso ahora la temporada gris...pero el verano ya está ahí, vendrá la buena temporada .