Esta vez fueron las gaviotas, que han pasado un par de veces justo por aquella esquina de la ventana, la de arriba, a la que sigo mirando con la esperanza de que vuelvan a hacerlo.
La cafetera reclama mi atención, anunciando exageradamente que ha terminado de verter el agua caliente sobre el café. Siempre lo hace.
Apago la cámara y miro por la ventana mientras me levanto del sofá...
...las gaviotas pasan.
'Como las palomas', pienso yo.
Buenisima!
ResponderEliminarTu ventana se estira por momentos. Acabará alcanzando a las gaviotas.
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