Me ronda la cabeza una y otra vez. Y me pasa con ésta foto especialmente, aunque no tiene explicación ni se la busco.
Toni nunca fumó y siempre dejaba los blancos de sus fotos perfectos, casi impolutos. Le gustaban tanto los blancos como a mí los negros.
Será el blanco de la mesa. Será la silla. Puede que el cigarrillo, consumiéndose a toda prisa y lentamente a la vez. Sin boca que le de aliento. Será ese hueco tan grande de la derecha...
Será que dejamos muchas horas de charla pendientes, muchísimas.
Será que me gustaría tener esta misma foto, conmigo sentado, sacada por tí, Toni.
Te echo de menos.
Hay imágenes con alma e imágenes en las que el alma se palpa. Esta es de las dos clases.
ResponderEliminarPero hay un elemento de la foto que no mencionas y es fundamental porque según se incluya o se excluya cambia completamente la imagen: esas ventanas que el deshacerse del humo nos las hace abiertas. Yo habría cortado la foto por arriba y un poquitín por la derecha, pero tú no: tú abres los espacios en esta y en casi todas tus fotos. Creo que a Toni también le gustaría.
esta imagen me llena de melancolía y evoca mis tristes ausencias. la mayoría de ellas fumaba. todas ellas dejaron en mí ese algo sutil como el humo.
ResponderEliminarEl humo hace figuras. Me gusta.
ResponderEliminarLo blanco y lo negro más.
Abrazo grande.