Tenía que sacar alguna foto de la escena a pesar del fortísimo sol de mediodía. 'Por Cartier-Bresson', decía para mí mientras la sonrisa iba a más, hasta carcajada mental diría yo.
Qué foto aquella de Cartier...
...Qué forma de mirar la de aquél hombre.
y qué homenaje el tuyo. ¡La infancia! Cuánta verdad en ella.
ResponderEliminarPero, ojo, ni Cartier-Bresson podría ver lo que están mirando estos niños y que a nosotros se nos escapa, se nos escapa.
ResponderEliminarHasta el aro puede esperar cuando la curiosidad impone su urgencia.
Fantástico Jo!
ResponderEliminarSin tan si quiera leerte ya me habías evocado a esa fotografía. Te felicito, para mi es uno de mis referentes.
Me temo que el tema (juju) de la soledad no lo tenemos lo suficientemente asimilado hoy en día. La soledad es compañía, la misma a la que nos referimos tu y yo. La soledad es econtrarse entre tantos estimulos, que en el fondo nos aplanan.
Siento haber borrado la entrada anterior donde me comentaste, pero empiezo una nueva etapa de expresión. Mas como siempre te agradezco sinceramente tu opinión.
Un abrazo.