Si en la entrada anterior una copa invertida yacía en el suelo, en esta las copas vuelven a estar de pie: y no celebran más victoria que la del rojo compartido. Me alegro.
Efectivamente, querido Xuan, es la celebración del rojo vino compartido. La entrada no tiene otro fín que dar cuenta del comienzo de esta temporada que me brindará muy buenas mañanas de domingo compartiendo vinos, pequeñas noticias, historias, culinos de sidra, risas... y todo con la excusa de la Fórmula 1. El rojo Ferrari es la coartada.
La vida de un blog, lo sabes, son los comentarios. Si pasas, te gusta algo de lo que ves, y no lo haces saber...es como si no hubieras pasado. Gracias por tu visita.
Muchas cosas son las que abren cajones de la memoria que pensábamos vacíos, pero nada mejor que una fotografía.
Al ojear un viejo álbum siempre hay alguien que, de repente, recuerda alguna historia que aún no habías oído o que completa otra escuchada.
Hace un tiempo empecé mi colección particular de momentos, ésos que casi ya se han perdido cuando aprietas el disparador. Fotos que, para mí, son más que una imagen, son pequeñas cajas que al verlas liberan de su interior sonidos, brisas, recuerdos..., sensaciones que me hacen revivir la escena.
Si en la entrada anterior una copa invertida yacía en el suelo, en esta las copas vuelven a estar de pie: y no celebran más victoria que la del rojo compartido.
ResponderEliminarMe alegro.
Efectivamente, querido Xuan, es la celebración del rojo vino compartido.
ResponderEliminarLa entrada no tiene otro fín que dar cuenta del comienzo de esta temporada que me brindará muy buenas mañanas de domingo compartiendo vinos, pequeñas noticias, historias, culinos de sidra, risas... y todo con la excusa de la Fórmula 1.
El rojo Ferrari es la coartada.
La tercera es mi favorita.
ResponderEliminarSalud Josh!
La segunda es la que más me gusta, Josh. Y ese color rojo de vino es muy acertado. Si me dan a elegir, sin duda el tinto...
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