sábado, 25 de octubre de 2008

Lunes al sol



El lunes pasado disfruté de dos cosas más, sin importancia, que me pueden alegrar el día: La visita inesperada de un amigo y un paseo improvisado cerca de casa, al lado del mar.

Extraña pareja para una mañana de lunes, digo yo que pensarían muchos al vernos. Uno camina cojeando y en el andar del otro se adivina la pesadísima carga que se acumula tras un mes en el paro, con hipoteca y niño. Puta crisis. Lo mío, por lo menos, es mayormente físico.

Aunque hablemos de todo y de cualquier cosa, siempre acabamos charlando de las cuatro cosas que de verdad importan. En estos ratos me ha enseñado a poner todo encima de la mesa, no nos guardamos ninguna carta. Los silencios son una parte más de la conversación.

Y repasamos una vez más nuestro plan, entre risas. Da igual que la primitiva le toque a él o a mí porque el plan no es muy espectacular, lo segundo que haremos será meter las preocupaciones en un saco lleno de monedas para que se hundan. Así serán aún mejores los paseos al sol.

2 comentarios:

  1. Siempre el compartir problemas los hace más llevaderos y sobre todo egoistamente el problema de los demás hace menor el tuyo.
    Un abrazo y feliz dia.

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  2. Con lunes así no hacen falta domingos. Aunque mejor sería que el sol saliera todos los días por lo menos un par de minutos. Con un par de minutos de estos basta.
    En las fotos se percibe la tibieza de ese sol sin estridencias. También estos lunes raros pasarán y hasta los echaremos de menos.

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