jueves, 23 de abril de 2009

'S Box' - (Simple Box)

Ya en otra entrada hablaba de las consolas de videojuegos, esas criaturas que dejan a los niños (y a los mayores) hipnotizados y con las que sólo tienes que usar los ojos y algún dedo. Las peores son las que pueden llevarse a la calle.
Hay niños que tienen la 'PSP', su herman@ la 'Nintendo', y la 'X Box' (o similar) en casa...más el ordenador.




Es normal que a alguno le cueste, en los primeros instantes, hacerse a la idea de que va a estar un rato sin mirar una pantallita.

Pero los niños no dejan de ser niños. La imaginación ocupa en su cabeza lo que el agua en su cuerpo. Be water, que dirían.


Uno de los recuerdos de niños que no se me olvidan quedó grabado en mi memoria dentro de una tienda de calzado. Un niño de cinco o seis años estaba sentado en el suelo próximo a la caja, con su madre atendiendo a los clientes que hacían cola. Con él en el suelo sólo había cuatro o cinco simples cajas de zapatos y un puñado de imanes redondos, de alarma. Al salir el niño seguía sentado en el mismo sitio, su madre no parecía haber parado ni un minuto, y jugaba con un tren. Un tren hecho con las cajas y las alarmas, con su máquina y sus vagones.

No es que quiera acabar con las consolas, a mí también me gustan, pero si hacen que los niños dejen de correr y de saltar y jugar entre ellos...



Es lo que tienen las cajas: pueden ser lo que tu quieras.






Creo firmemente que es imposible que la imaginación de un solo niño pueda atrofiarse. Otra cosa es cómo y cuánto la usen, como la van desarrollando...vamos, que otra cosa es desaprovecharla, malgastar algo que tanto necesitan usar y que tanto les enriquece su uso, su buen uso.