jueves, 12 de marzo de 2009

La Base (Sombras)

Este es Noah, el culpable de que su padre haya empezado a tomar contacto con el periodismo deportivo. Un campo virgen, me refiero a la fotografía deportiva, en el que me veo metido por su afición al fútbol (cosa en la que no salió a mí) y, sobre todo, por la influencia de sus amigotes...
Qué envidia me dan.



Su primer partido.
Han compartido autobús con otro equipo, uno o dos años mayores que ellos, y con los entrenadores. Sin padres.
Esto ya ha sido un motivo de alegría para mí. Como todo lo que ha supuesto esta tarde para ellos.
Comienza el partido e intento centrarme para llevarme unas cuantas fotos para casa.


La diferencia de banquillos es demasiado evidente desde el primer momento.
El equipo contrario, de la misma edad que el 'mío', disciplinado casi militarmente. Caras de concentración y un entrenador cuyas órdenes revientan el 'casi' de la frase anterior.




Los que están de estreno tienen seis años. No paran de dar saltitos, indudablemente elevados por el montón de mariposas que han tomado sus estómagos como una pequeña sala de vuelo, han dormido menos de lo normal y algunos llevan la ropa del partido hace más de tres horas y después de minutos de lágrimas.
No paran...




...son niños, aunque algunos se olvidan, no, se niegan a darse cuenta.




Las órdenes y comentarios de cada jugada llegan atronadores desde el banquillo rival. En la pared de detrás se multiplica la sonoridad de las voces que gritan en la banda contraria, la de los padres y madres.
En el medio los niños, más ocupados en mirar e intentar entender los dos lados del campo que en la pelota. Aturdidos.
Y me entristece cada gesto transparente de sus caras.
Sólo hay que volver a mirar las fotos de los banquillos. La diferencia, vuelvo a decir, fué evidente hasta el final.
Los goles iban calmando las bandas.





No ha sido un buen debut, hablo del mío. Necesito rodaje, aunque si el ambiente que me voy a encontrar va a ser como el de hoy...
Espero que Noah, con los nervios, no se de cuenta de todo esto. O que al menos esté más ocupado en mirar lo que hay entre las dos bandas.
Tiene que ser divertido y tienen que disfrutar, no deja de ser un juego y ellos unos niños.
Ya no es por el 'fútbol base'. Es por 'la base'.

7 comentarios:

  1. Estoy tan de acuerdo contigo y es un tema que he tratado tantas veces con tanta gente que lo que me sorprende es que todavía no nos hayamos alzado los padres contra tanto cafre de chaqueta metálica que confunde el deporte con la guerra y el interés de los niños con su propio y mal disimulado protagonismo. Y es que el problema, como bien señalas, no está en el banquillo sino en las gradas. Tu serie de hoy es periodismo del bueno, imágenes y texto que nos van llevando in crescendo hacia la conclusión que se encuentra, como no podía ser de otra manera, en nosotros mismos, esas sombras que se ciernen demasiado alargadas. En cuanto a los niños, ellos no están tan pendientes de nososros como nos pueda parecer y disfrutan a pesar nuestro, pero me preocupa que de mayores puedan reproducir nuestro modelo.

    Cómo me gusta el estilo que le estás dando al blog. Me desarma..

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  2. Excelente, como Xuan a mi también me desarma...
    Que el tema, a mi no me llame la atención, sería tan secundario, como que ahora, me encanta plasmado en tu mirada y sentir.
    Total, has conseguido, de manera sencilla y talentosa, como siempre, atraparme!!

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  3. Que decir que no haya dicho XuanRata. Muchas veces queremos ver en nuestros hijos el reflejo de nosotros mismo, o lo que es peor, de los que nos hubiese gustado ser. Buen reportaje deportivo. Saludos.

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  4. Las que más me han gustado, la cuarta y la sexta...
    Los niños acaban haciendo aquello que de un modo sutil o manifiesto se les va inculcando desde pequeños... socializar implica controlar, mandar callar a un niño, o exigirle cualquier otro comportamiento sin antes preguntarse a que es debido, por qué está, que le hace sentir o comportarse así, es lo que tendriamos, nosotros los que nos llamamos adultos, hacer antes de juzgar a otros, pues todo aquello que no nos gusta de los demás, del ambiente, de la sociedad está en nuestro interior siendo como esa sombra de la sexta, que se alarga hacia los demás proyectando lo que no queremos reconocer como propio... repito hasta la saciedad, cambio yo, cambia el mundo...
    Pensar es la función del pensamiento, no el pensamiento...
    Si realmente quereis que este afán por convertir a las personas en meros juguetes sociales pervertidos hacia la agresividad y notoriedad, pensad en que está dentro de vosotros para que se esté produciendo...
    Cuando comprendí por qué yo era impaciente, comencé a comprender a aquellos que se comportaban como ya había sido antes, es el metodo más efectivo para conseguir transmitir un mensaje dentro de un colectivo...
    Pero bueno ya he dicho bastante...

    Una pregunta Josh: ¿por qué has quitado el enlace al espacio de fotografía en el que me expreso y sin embargo sigues acudiendo? ¿Cuál es tu sombra reflejada en esta acción? ¿O vas a echarle la culpa al ordenador o a otra cosa?
    Un abrazo

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  5. Aquí hay sombras y luces muy bonitas, Josh. Me gusta la serie.

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  6. Hola, he llegado hasta aquí de la mano de Xuan, esta historia del futbol de niños me es muy familiar, cuantas veces hemos ido a ver de jugar a nuestro hijo. Es una especie de loteria que te toque un buen entrenador y nosotros tuvimos esa suerte.
    Ahora mi hijo esta entrenando a unos niños de cinco años y yo le digo:
    - Miguel, a los niños hay que darles cariño y diversión.
    - Que yaaaaa, papa, que yaaaaa.
    Lo sabe de sobra.

    Saludos y enhorabuena por el blog.

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  7. No puedo estar más que de acuerdo con todo lo que has dicho y contado... vaya foto la del entrenador gritando (bueno su sombra...) genial. te seguire...

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