La primera es una auténtica "baravilla". Lo que se adivina detrás es mentira, apenas un holograma, una excrecencia mental del paseante de ese paseo quebrado.
Hay que tener valor para ponerse a pasear por allí. Creo que te relajas más viendo como lo hacen los demás mientras les fotografías, además sin ellos la fotografía no tendría la fuerza que tiene. Los edificio de atrás que aparecen como fantasmas, fantásticos.
La vida de un blog, lo sabes, son los comentarios. Si pasas, te gusta algo de lo que ves, y no lo haces saber...es como si no hubieras pasado. Gracias por tu visita.
Muchas cosas son las que abren cajones de la memoria que pensábamos vacíos, pero nada mejor que una fotografía.
Al ojear un viejo álbum siempre hay alguien que, de repente, recuerda alguna historia que aún no habías oído o que completa otra escuchada.
Hace un tiempo empecé mi colección particular de momentos, ésos que casi ya se han perdido cuando aprietas el disparador. Fotos que, para mí, son más que una imagen, son pequeñas cajas que al verlas liberan de su interior sonidos, brisas, recuerdos..., sensaciones que me hacen revivir la escena.
La primera es una auténtica "baravilla". Lo que se adivina detrás es mentira, apenas un holograma, una excrecencia mental del paseante de ese paseo quebrado.
ResponderEliminarMe gusta como se difuminan esos planos, incluidos los edificios, entre la bruma. Y es que las fotos de costa tienen algo especial ...
ResponderEliminarSaludos
Hay que tener valor para ponerse a pasear por allí. Creo que te relajas más viendo como lo hacen los demás mientras les fotografías, además sin ellos la fotografía no tendría la fuerza que tiene. Los edificio de atrás que aparecen como fantasmas, fantásticos.
ResponderEliminarMe encantan, pero la primera la encuentro realmente fascinante!!!
ResponderEliminarUn Saludo... ;)