.
(Alba llega hasta la piedra en que me siento como lo haría la mismísima Sisí, si se llevara un serio disgusto, a mitad de un vals en el baile más elegante del último lustro)
- ¡Alba! ¿Qué te pasa?
- Que estoy enfadada.
-¿Conmigo?
-No, con mis amigas.
-¿Por qué?
-Porque me han dicho que canto mal.
-¡Vaya!...
-...Y ¿te va a durar mucho el enfado?
- ¡Lo que haga falta!
-...!...Eso parece demasiado tiempo.
-Me da igual.
-¿Sabes Alba?...Creo que necesitas a alguien que consiga hacerte recordar lo guapa que estás cuando sonríes...
-...Y tú siempre estás sonriendo.